miércoles, 9 de junio de 2010

                                                            CALIDAD DEL AGUA
Por contaminación, en sentido general, se entiende un alejamiento del estado puro de una sustancia, es decir, un desplazamiento de las características de composición de un elemento con respecto a unas tomadas como referencia.
Con relación al caso del agua, su contaminación es el resultado de las actividades humanas en ella que se integran en el ciclo hidrológico.
La contaminación del agua, entonces, sería, la incorporación al agua de materias extrañas, como microorganismos, productos químicos, residuos industriales y de otros tipos, o aguas residuales. Estas materias deterioran la calidad del agua y la hacen inútil para los usos pretendidos.
Los principales contaminantes del agua son: aguas residuales, agentes infecciosos, nutrientes vegetales, productos químicos, petróleo, minerales inorgánicos, compuestos químicos, sedimentos formados por las partículas del suelo y arrastrados, sustancias radiactivas y el calor
La composición de las aguas residuales se averigua a través de diversas mediciones físicas, químicas y biológicas (microbiológicas); y comparando los valores obtenidos con los que determina la normativa vigente.
Las medidas más comunes incluyen la determinación del contenido en sólidos, la D. B. O., la D. Q. O. y el pH, que miden, respectivamente, la materia sólida en suspensión, la concentración de materia orgánica y la acidez de las aguas.
Todos estos controles y posteriores tratamientos hacen posible que las aguas residuales, una vez sometidas a un proceso de depuración adecuado, puedan ser utilizadas de nuevo para diferentes usos, según la composición resultante de las mismas tras el tratamiento.
                                                        
                                                                     AGUA Y SALUD


Porque es parte del cuerpo, necesaria para vivir y para conservar la salud




Después del oxígeno, el agua es el componente natural más importante para el desarrollo y mantenimiento de la vida.

El agua ocupa las tres cuartas partes del mundo y en el cuerpo humano ocupa un importante porcentaje, ya que un hombre adulto sano representa alrededor del 60% de su peso corporal, menos que en el cuerpo de un recién nacido que ocupa el 80%.



La distribución del agua en el cuerpo humano es de aproximadamente 2/3 partes de líquido intracelular, de los cuales un 25% es líquido plasmático y 1/3 es líquido extracelular.



Para mantener un buen estado de salud el volumen de los líquidos del organismo en estos niveles deben permanecer constantes y para ello el cuerpo dispone de varios mecanismos para regular el agua total del cuerpo, como la sed, la hormona antidiurética (ADH) y los riñones.



El agua tiene muchas propiedades fisiológicas en el organismo, lo que hace que este vital líquido sea imprescindible para mantener la vida y la salud integral, entre las principales están:

- Participa en la mayoría de las reacciones químicas del metabolismo: como son los procesos de digestión, respiración, absorción y excreción.

- Ayuda a eliminiar toxinas del cuerpo.

- Es el medio ideal para transportar nutrimentos a todas las partes del cuerpo y recoger las sustancias de desecho de la actividad celular.

- Es un complemento de una dieta sana y equilibrada.

- Contribuye en el mantenimiento de la temperatura corporal del organismo, por medio de la generación de sudor lo mantiene fresco y libre de toxinas.

- Forma parte de los fluidos corporales, como la sangre, la saliva, líquido sinoval, las lágrimas, los mocos, etc.

- Aumenta el volumen del contenido intestinal y ayuda a su eliminación.

- Regula los niveles de acidez del organismo.

- Participa en la reparación y crecimiento celular del organismo.

- Da más vitalidad, elasticidas, suavidad a la piel e hidratación por dentro, lo que hace que uno se vea mucho mejor.



Es un excelente complemento alimenticio para la mujer embarazada, los niños recién nacidos, los enfermos. sobre todo aquella que no contiene calorías y es baja en sales.

                                                          CONTAMINACION DE AGUA


El problema de la contaminación de las aguas dulces es conocido de antiguo. Uno de los primeros testimonios históricos lo constituye el relato de las Sagradas Escrituras (Éxodo, 7, 14-25) acerca de una de las diez plagas de Egipto, en la que se describe la transformación en "sangre" de las aguas del río Nilo. Dicho fenómeno fue sin duda debido a la contaminación biológica producida por microorganismos (algas, bacterias sulfurosas o dinofíceos). Con el incremento de la población y el surgimiento de la actividad industrial la polución de ríos, lagos y aguas subterráneas aumenta constantemente. La Organización Mundial de la Salud define a la polución de las aguas dulces de la siguiente manera: "Debe considerarse que un agua está polucionada, cuando su composición o su estado están alterados de tal modo que ya no reúnen las condiciones a una u otra o al conjunto de utilizaciones a las que se hubiera destinado en su estado natural".
En la actualidad, por ejemplo, la agricultura representa mas del 90% del consumo global de agua dulce continental; el resto se distribuye entre la industria y el uso domestico. El problema de la distribución del agua con respecto a las sociedades que la consumen ha generado respuestas tecnológicas variadas. Los antiguos romanos construyeron acueductos y norias.
                                                            FUENTES Y CONTROL

La combustión de carbón, petróleo y gasolina es el origen de buena parte de los contaminantes atmosféricos. Más de un 80% del dióxido de azufre, un 50% de los óxidos de nitrógeno, y de un 30 a un 40% de las partículas en suspensión emitidos a la atmósfera en Estados Unidos proceden de las centrales eléctricas que queman combustibles fósiles, las calderas industriales y las calefacciones. Un 80% del monóxido de carbono y un 40% de los óxidos de nitrógeno e hidrocarburos emitidos proceden de la combustión de la gasolina y el gasóleo en los motores de los coches y camiones. Otras importantes fuentes de contaminación son la siderurgia y las acerías, las fundiciones de cinc, plomo y cobre, las incineradoras municipales, las refinerías de petróleo, las fábricas de cemento y las fábricas de ácido nítrico y sulfúrico.

Entre los materiales que participan en un proceso químico o de combustión puede haber ya contaminantes (como el plomo de la gasolina), o éstos pueden aparecer como resultado del propio proceso. El monóxido de carbono, por ejemplo, es un producto típico de los motores de explosión. Los métodos de control de la contaminación atmosférica incluyen la eliminación del producto peligroso antes de su uso, la eliminación del contaminante una vez formado, o la alteración del proceso para que no produzca el contaminante o lo haga en cantidades inapreciables. Los contaminantes producidos por los automóviles pueden controlarse consiguiendo una combustión lo más completa posible de la gasolina, haciendo circular de nuevo los gases del depósito, el carburador y el cárter, y convirtiendo los gases de escape en productos inocuos por medio de las partículas emitidas por las industrias pueden eliminarse por medio de ciclones, precipitadores electrostáticos y filtros. Los gases contaminantes pueden almacenarse en líquidos o sólidos, o incinerarse para producir sustancias inocuas.

                                                           RIESGOS BIOLOGICOS

 Son riesgos biológicos para la salud los derivados de la exposición a bacterias, virus, hongos y demás microorganismos, así como sus toxinas asociadas. Estos microorganismos, muy presentes en el menatural, plantean un riesgo potencial para la salud pública.
Para garantizar un alto grado de protección y reducir el riesgo de exposición a agentes biológicos potencialmente dañinos, la UE aplica:
• un planteamiento coordinado y global en materia de higiene alimentaria para garantizar la seguridad biológica de los alimentos
• una respuesta coordinada ante amenazas debidas a enfermedades transmisibles mediante una mayor comunicación entre los países miembros y la Comisión Europea; por ejemplo, gracias a herramientas informáticas que permiten una alerta y reacción rápidas
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (CEPCE), con sede en Estocolmo, se especializa en valorar los riesgos que plantean los agentes biológicos y ayuda a la UE a decidir cuál es la más adecuada de entre las soluciones posibles

                                                   RIESGOS QUIMICOS


EL RIESGO QUÍMICO

Se entiende que hay un riesgo químico cuando la salud de los trabajadores puede verse dañada por la toxicidad de ciertos elementos del ambiente.
La falta de información junto a la ausencia de un conocimiento preciso de las propiedades intrínsecas de cada agente químico y de la exposición derivada de un uso concreto dificultan en gran medida la prevención de los trabajadores expuestos a los riesgos generados por la presencia de estos productos en los puestos de trabajo.
La toxicidad es la capacidad que tienen algunas sustancias para provocar daños en los organismos vivos, cuando tienen una posibilidad escasa de producir un daño grave, se denomina sustancias nocivas, y cuando la posibilidad es alta y los daños son graves se conocen como sustancias tóxicos.
Hay una gran variedad de sustancias nocivas y toxicas como:
Irritantes: Producen inflamación de la mucosa. Ácido sulfúrico, ácido nítrico
Asfixiantes: Impide la llegada del oxígeno a los tejidos, evitando la oxidación de las células. Hidrógeno, nitrógeno, y el monóxido de carbono
Narcóticos: Depresores del sistema nervioso central que producen somnolencia y pérdida de reflejos y del conocimiento. Cetonas, alcoholes.
Pulmonares: Provocan una deficiencia respiratoria por acumulación en los pulmones. Yeso, mármol y la celulosa, característicos de minas, canteras,
Cancerígenos. Potencian la formación de cánceres. Hollín, alquitrán y la brea, propios de industrias de limpieza, deshollinado y reparación de chimeneas…
Mutágenos: Altera el material genético de las células. Mercurio, el plomo y e óxido de etileno, que se utilizan en farmacia, fabricación de baterías de coche,.
Teratógenos: Producen alteraciones en el feto durante el desarrollo uterino. Alcohol, medicamentos y drogas…
Sistémicos: Provocan efectos específicos en órganos vitales, alejados de las vías de entrada, como hidrocarburos, que afectan al hígado y al riñón, o el mercurio y el alcohol que afecta al sistema nervioso.

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA TOXICIDAD DE UN ELEMENTO.
Las características personales del trabajador.
Son decisivas, destacamos las más importantes:
El sexo: Algunos efectos solo se producen en la mujer, pues aparecen en el momento del embarazo.
La edad: Adquiere importancia cuando afecta al desarrollo de las células, ya que este es más rápido en las personas jóvenes.
El peso: Están relacionados con el peso de la persona, a mayor peso la concentración del tóxico será mayor, en otros casos, ocurre lo contrario.
El estado de salud: Una persona sana soporta mejor los efectos nocivos de cualquier tóxico.
El estado inmunológico. La capacidad para defenderse de las enfermedades relacionadas con la resistencia del organismo ante la presencia del tóxico.
2.2 Las propiedades físico-químicas del tóxico.
Son muy importantes por los daños que producen y, también, para establecer un control higiénico adecuado. Destacan:
La solubilidad: O capacidad que tiene algunos elementos químicos de disolverse en un líquido.
La volatilidad: O facultad de pasar a estado gaseoso desde el estado físico en que se encuentre.
La estabilidad: o capacidad para mantenerse en un estado físico o químico concreto. Lluvias acidas…
La pureza: O grado de calidad que alcanzan las características del tóxico. A mayor pureza, mayor concentración de toxicidad y, por tanto, mayor daño.El tamaño de las partículas: o dimensiones de estas puede ser fundamental para que se produzcan el daño, ya que deben tener un determinado tamaño para que sean tóxicas.
La vía de absorción por el organismo.
Es el conducto a través del cual el tóxico entra en contacto con las células u órganos del cuerpo. Su clasificación es:
-Vía respiratoria, cuando los tóxicos que se encuentran en el ambiente, entran el organismo a través de la nariz, boca, laringe…
- Vía dérmica, cuando el tóxico entra en el organismo por contacto con la piel, y se incorpora a la sangre, que lo reparte por todo el organismo.
- Vía digestiva, cuando el tóxico entra en el organismo a través de la boca, esófago, estómago o intestino.
- Vía parenteral, cuando el tóxico penetra en el organismo por heridas o incisiones, produciéndose el contacto directo con la sangre.

                                                            EUTROFICACION

Los detergentes son semejantes a los jabones porque tienen en su molécula un extremo iónico soluble en agua y otro extremo no polar que desplaza a los aceites. Los detergentes tienen la ventaja, sobre los jabones, de formar sulfatos de calcio y de magnesio solubles en agua, por lo que no forman coágulos al usarlos con aguas duras. Además como el ácido correspondiente de los sulfatos ácidos de alquilo es fuerte, sus sales (detergentes) son neutras en agua.


Los detergentes son productos que se usan para la limpieza y están formados básicamente por un agente tensoactivo que actúa modificando la tensión superficial disminuyendo la fuerza de adhesión de las partículas (mugre) a una superficie; por fosfatos que tienen un efecto ablandador del agua y floculan y emulsionan a las partículas de mugre, y algún otro componente que actúe como solubilizante, blanqueador, bactericida, perfumes, abrillantadores ópticos (tinturas que dan a la ropa el aspecto de limpieza), etc.

Los detergentes sintéticos contienen sustancias surfactantes que ayudan en la penetración, remojo, emulsificación, dispersión, solubilización y formación de espuma. Todo esto ocurre en las interfases sólido-líquido y líquido-líquido.

La mayoría de los detergentes sintéticos son contaminantes persistentes debido a que no son descompuestos fácilmente por la acción bacteriana. A los detergentes que no son biodegradables se les llama detergentes duros y a los degradables, detergentes blandos.

El principal agente tensoactivo que se usa en los detergentes es un derivado del alquilbencensulfonato como, por ejemplo, el dodecilbencensulfonato de sodio (C12H25-C6H4-SO3Na) el cual puede hacer al detergente duro (no biodegradable, contaminante persistente) o blando (biodegradable, contaminante biodegradable), dependiendo del tipo de ramificaciones que tenga.

Una gran cantidad de detergentes son arilalquilsulfonatos de sodio que tienen como fórmula general, R-C6H4-SO3Na, es decir, son sales de ácidos sulfónicos aromáticos con una cadena alquílica larga. Si la cadena es ramificada no pueden ser degradados por los microorganismos, por lo que se dice que son persistentes, y causan grandes problemas de contaminación del agua de lagos, ríos y depósitos subterráneos. Los arilalquilsulfonatos que tienen cadenas lineales son biodegradables.

El uso de los compuestos tensoactivos en el agua, al ser arrojados a los lagos y ríos provocan la disminución de la solubilidad del oxígeno disuelto en el agua con lo cual se dificulta la vida acuática y además, como les quitan la grasa de las plumas a las aves acuáticas les provoca que se escape el aire aislante de entre las plumas y que se mojen, lo cual puede ocasionarles la muerte por frío o porque se ahogan, de manera semejante como les ocurre con los derrames de petróleo en el mar.

Los detergentes son productos químicos sintéticos que se utilizan en grandes cantidades para la limpieza doméstica e industrial y que actúan como contaminantes del agua al ser arrojados en las aguas residuales.

El poder contaminante de los detergentes se manifiesta en los vegetales acuáticos inhibiendo el proceso de la fotosíntesis originando la muerte de la flora y la fauna acuáticas. A los peces les produce lesiones en las branquias, dificultándoles la respiración y provocándoles la muerte.

            

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